Las grúas de Hiab en Valencia no tienen la misma mecánica que las primeras máquinas destinadas a distribuir cargas.
La invención de la grúa comenzó en la antigua Grecia. Estas máquinas rudimentarias se accionaban por la fuerza de hombres o de animales. Más tarde se hicieron más grandes y usaban poleas para levantar más peso. Tuvieron su auge en la Edad Media, ya que se empezaron a utilizar en los astilleros y puertos para construir barcos.
En sus comienzos, estas máquinas eran construidas con madera, no como las grúas Hiab en Valencia, que están hechas de los mejores materiales. Gracias a la llegada de la Revolución industrial se empezaron a hacer de acero y hierro fundido, mucho más resistentes para distintos tipos de trabajo.
Ya en el siglo XVIII se empezaron a construir las grúas modernas con energía mecánica por la llegada de las máquinas de vapor. Con el progreso de estas máquinas, hoy en día se pueden utilizar para realizar fuerzas mayores y para todo tipo de construcciones.
En el siglo XIX se fabricó la primera grúa eléctrica de grandes dimensiones. Y desde entonces ha ido mejorando su productividad y la calidad de los materiales.
El invento de la grúa fue patentado por Luz Nadina. Pero los fundamentos de la invención de la grúa fueron propuestos por Blaise Pascal en la época del Barroco entre los siglos XVII y XVIII. También se han descubierto escritos antiguos donde aparece información relevante sobre el uso de este tipo de máquinas por ciudadanos caldeos y sumerios. Estos transmitieron su saber a la civilización egipcia, que lo empleó para grandes construcciones.
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